30 de abril de 2012

El meteorito de Tunguska



El meteorito de Tunguska.





30 de junio de 1908. Está amaneciendo y de repente una explosión destroza una superficie de 2.000 kilómetros cuadrados de bosques de coníferas en el río Podkamenaya Tunguska, en la Siberia central rusa. Afortunadamente era una zona deshabitada, aunque en los testimonios de habitantes a decenas de km de la zona, recogidos casi veinte años, se observó una bola de fuego que explotó, generando una ola de calor que incendió los árboles, además de una onda expansiva que derribó árboles en un diámetro de 50 km. Las ondas sísmicas que generó el suceso de Tunguska equivalen a un terremoto de 5 grados de la escala Richter. Y la nube que se levantó, de gas y de polvo, iluminó las noches durante semanas (se cuenta que varias horas tras la puesta de Sol, en Londres se podía leer el periódico sin luz artificial).



¿Explosión de un ovni?
¡Cómo no! Se cuenta que un ingeniero ruso, Alexander Kazantsev, propuso en 1946 que el origen fue una nave extraterrestre cuyo motor nuclear explotó. No se suele explicar que Kazantsev realmente escribió un relato de ciencia-ficción, y así afamados divulgadores de “lo coulto” como Bergier, Vön Daniken o Benítez, repitieron la especulación como si tuviera base científica. Que no la tiene…Incluso, como siempre pasa en estos temas, aunque hay un “científico” ruso (en este caso, un ingeniero llamado Yuri Labvin, según informa el divulgador científico Félix Ares), presentó en febrero de 2007 los restos de lo que él dice que era el ovni de Tunguska. Como siempre, el misterio vende más que la explicación, como pudo comprobarse en el episodio 125 del programa en Cuatro.
¿Miniagujeros negros? ¿Antimateria?
Desde hace 40 años, una de las teorías exóticas sobre Tunguska más popularizada sería que la explosión fue provocada por esta materia exótica. Albert A. Jackson y Michael P. Ryan, de la Universidad de Texas, fueron los padres de esta idea del agujero negro, en 1973, que ha sido repetida y transformada sin parar. Aunque nadie explica qué le pasó al agujero negro: si entró por Tunguska… ¿por dónde salió? Ningún otro cataclismo fue registrado en otra parte del mundo..
La verdad
Ahora que se ha cumplido un siglo de la explosión de Tunguska podría ser un buen momento para dar el caso por cerrado (a pesar de lo que quieran inventar los vendedores de misterios). Justo el día en que se cumplían 100 años, en la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, varios expertos convocados por la Universidad del País Vasco y el Círculo Escéptico, entre otras instituciones, realizaron una jornada sobre este evento (los vídeos en Magonia) aportando la ciencia que a menudo faltó a los mitos: pocas dudas caben de que fue un cuerpo que explotó a 6 u 8 km de altura, el causante del “suceso”, sin dejar cráter, pero con los efectos conocidos.
Expediciones realizadas en los años 50 y 60 habían encontrado ya restos que explicaban la ausencia de cráter, pero mantenían la hipótesis de un cataclismo cósmico de este tipo. (El año pasado, un equipo italiano de la Universidad de Bolonia situó el impacto en la zona del lago Cheko, pequeño lago que se habría generado precisamente con él, aunque la teoría no está comprobada). Si el impacto hubiera llegado sólo cuatro horas más tarde, la zona de impacto habría sido la ciudad de San Petersburgo, y la catástrofe habría sido terrorífica, con millones de muertos. Afortunadamente, el último gran impacto del que tenemos constancia sucedió donde menos mal podría haber causado. Pura suerte: los servicios astronómicos de estudio de Objetos Cercanos a la Tierra monitorizan estos cuerpos para ver si algo así podría suceder de nuevo el futuro.

                             Tunguska Impacto En Siberia






                                    Soledad Bravo - Mambembe



 Jorge Celedon 



                              Vitin Aviles - Tito Rodriguez









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